lunes, 22 de enero de 2018

RESEÑA (by MH) ::: 2222 - P. L. Salvador





Título original: 2222
Autor: P.L. Salvador 
Editorial: Pez de Plata (colección Narrativa)
Páginas: 104
Fecha de publicación: octubre 2017
Encuadernación: rústica con solapas
Precio: 13,50 euros
Ilustración de cubierta e interiores: Gallota, 2017
Imagínate en el año 2222. Imagina un planeta superpoblado donde convivimos con robots, aeronaves personales y androides de todo tipo. Como somos demasiados, los elementos deletéreos lo tienen fácil. Lo que antes mataba a seis personas, ahora mata a seis mil. Imagina cuánto paro habrá. Cuánta insatisfacción. Imagina hambrunas, hacinamiento, epidemias, catástrofes naturales... ¿Todavía crees en la humanidad? Piénsalo.

Ahora imagina una casa de campo y un grupo de personas que quieren vivir al margen de la sociedad. Imagina que eres una de esas personas. Visualízate. Si ya te ves dentro de esta historia, responde a la pregunta que la inicia: «Imagina un mundo mejor. ¿Qué añadirías? ¿Qué quitarías? Piénsalo bien».

El año pasado os traje Nueve semanas (justas-justitas), novela del autor valenciano P.L. Salvador. En aquella reseña ya eché el resto en cuanto a intentar exponer la particular prosa de este autor, así que esta reseña me la tomo con más tranquilidad... al menos en la forma, porque el fondo, al menos para mí, es mucho más profundo. Dejamos a un lado el tono más desenfadado de su anterior novela, y nos ponemos serios.

Estamos en el año 2222 del título. Zalt es millonario y vive en una finca a varios kilómetros de la casa más cercana. Acaba de fallecer su única hija, es viudo y solo le queda su nieta de 13 años. Aparece en su vida, de la nada, y tras más de una década sin verse, el coronel Nat... y llega para quedarse. Pregunta, pregunta, pregunta... y organiza, dispone, anticipa. Progresivamente aleja el hogar de Zalt de la civilización, incluso al propio Zalt de sus negocios, y al tiempo va trayendo gente nueva para que viva en la finca: los elige él, o los que ya están traen a conocidos, y siempre por cada hombre entra una mujer, o viceversa. Todos con ideales comunes, todos con altas probabilidades de emparejarse y de procrear. También conviven con ginoides, androides cuya perfección varía dependiendo de la finalidad con que fuesen creados y de la generación a la que pertenecen. 

Los habitantes de la finca son cada vez más autosuficientes, más independientes del exterior, están más satisfechos con ese microcosmos: lo que ocurra fuera no importa, solo importan ellos. Todos se dan cuenta de que este coronel está creando algo parecido a una comuna perfecta, pero también son conscientes de que tiene que haber algo detrás de eso: un propósito. Y cuando ese propósito es revelado, estalla la crisis, porque no todos lo consideran moralmente aceptable. Algunos se rinden a lo inevitable; otros no quieren formar parte de ello. Pertenecen al grupo de los elegidos para salvarse del exterminio de la raza humana, ¿pero con qué derecho?

Como veis estamos ante una distopía, una novela de ciencia-ficción, pero que se aleja mucho de los parámetros del género. El estilo de Salvador es una de sus principales fortalezas: autenticidad narrativa y personalidad única, singular. No hace falta mirar la portada para saber que es suyo: lo sabes en cuanto lees dos líneas. No puedo hablar por nadie más, pero a mí, francamente, es algo que no me ocurre habitualmente en la literatura contemporánea, y a él lo reconoces al primer vistazo. Frases cortas, directas a la yugular, pinchando como el aguijón de una avispa en el sitio preciso; uso y abuso de paréntesis y corchetes sin ambages ni miramientos, pasándose por el arco del triunfo lo estilísticamente esperable y aconsejable; varios narradores que se pasan el testigo, que se leen unos a otros antes de hablarnos con su propia voz, y que hacen avanzar la historia desde distintos puntos de vista. Salvador tiene un estilo narrativo personal, propio, y eso es algo que se tiene dentro o no se tiene, que se sabe plasmar sobre el papel o no se sabe, y además es tan personalísimo que no me extrañaría nada que apareciese alguien en el horizonte en algún momento dado con retufillo salvadoriano. Se presta a ello, a la "copia", como todo lo innovador.

Otra de las características más evidentes de este autor, al menos en sus dos últimas novelas publicadas, es saber contarte toda una historia en apenas 100-150 páginas. Aplaudo la honestidad de un escritor que se desmarca de la tendencia general de rellenar páginas y páginas de morralla cuando la historia no las necesita. 2222 tiene 102 páginas; os aseguro a aquellos que no os gustan las novelas cortas, porque os da la sensación de que se os quedan a medio gas, que esta historia cumple igual que otra con el triple de longitud. Cuenta más en esas 102 páginas que otros en 500; no necesita inventarse páginas de la nada más absoluta para razonar su trama.

Y llegamos a algo muy importante. Esta distopía es tremendamente actual. Tremendamente de hoy en día. Si dejamos a un lado a los ginoides, el futuro que el autor plantea podría ocurrir mañana mismo, podría estar ocurriendo ahora. Se ha ido doscientos años en el futuro para hablarnos de nuestro presente, para plantearnos preguntas de nuestra realidad, para hacernos reflexionar sobre el camino que andamos y hacia dónde nos conduce. Si el planeta fuese incapaz de aguantarnos a todos sobre su faz, si se muriese porque chupamos todo lo que nos da sin ofrecer nada a cambio, si la población en la Tierra se hiciese insostenible... ¿qué pasaría? ¿Qué opciones quedarían? ¿Qué salidas? ¿La moralidad de esas opciones sería un factor a tener en cuenta o se impondría la necesidad acuciante de llevarlas a cabo? ¿Debe prevalecer la medida sobre el método? Porque la historia nos cuenta mucho, pero también está creada para darle un empujón al lector, para estimular su proactividad, para que use su imaginación y una puntos, enganche hilos y rellene espacios entre narrador y narrador. Filosofía, ética y humanismo intentan darse la mano, pero no siempre lo consiguen. Y eso da mucho en lo que pensar.


Además, esta historia tiene tanto de distopía como de ínfulas de utopía por parte de los impulsores del exterminio, y la sociedad perfecta que ingenuamente se busca en la historia es algo que el hombre es incapaz de gestionar: no forma parte de su naturaleza. Un mundo sin política, sin religiones, sin tecnología, sin propiedad privada... El autor nos ofrece resquicios de esperanza pero al mismo tiempo pone sobre la mesa la heterogénea imperfección del ser humano, lo poco confiables que somos, esa falta de sentido común que llevamos de serie y que nos podría llevar a la situación que se plantea en la historia. La sociedad humana es incapaz de cambiar. ¿La pescadilla que se muerde la cola? Sí y no. Tendréis que leer el libro para saber qué ocurre en 2222 en una pequeña localidad de la costa de Alicante, porque una vez que empieza el exterminio, la historia guarda unas cuantas sorpresas y giros: no deis nada por hecho.

No puedo obviar el componente metaliterario que sucintamente introduce Salvador en la historia, componente que la primera vez que aparece te hace sonreír y te sorprende a partes iguales. El propio autor se cuela en la historia como tatataradeudo del protagonista, y su obra pervive todavía en su biblioteca. Llega a ser, junto a su grupo musical Prolymbux, el autor favorito de uno de los personajes...  si lo miramos en perspectiva, sería un autor clásico para un lector del 2222. Y encima echa el resto e incluye un relato suyo auténtico escrito en el año 2000, El retraso, que es realmente fantástico. ¿Egocentrismo? No, o no al menos mal entendido. Yo lo he visto más bien como un guiño picarón. ¿Por qué no hacerlo? Ya digo arriba que el discurso narrativo de Salvador va por libre, no se parece al de nadie y camina por unos márgenes creativos que le dan completa libertad como autor.

Nueve semanas me gustó mucho, pero 2222 ha ido todavía más allá. Mucho más allá. Te da en qué pensar, te enfrenta a una realidad que como ya digo tiene más de 2018 que de doscientos años en adelante, te pone en disyuntivas que de por sí evitarías, te arrincona para ponerte en el lugar de los protagonistas, y lo hace construyendo unos personajes principales que comprendes en todas y cada una de sus disyuntivas. Y además es una historia entretenida, muy entretenida, que se lee tan deprisa o tan despacio como tú quieras hacerlo, e invita a relectura asegurada. Muy recomendable, en serio. Da igual que os gusten o no las distopías, da igual que os guste o no la ciencia-ficción, da igual que os gusten o no las novelas cortas. Cuando se presenta un autor que tiene tanto que contar, que sabe cómo contarlo sin parecerse a nadie más y además lo cuenta así de bien, hay que leerlo.

P.L. Salvador (Valencia, 1959) es el pseudónimo de Salvador Pérez López (no es el único Salvador Pérez López, mientras que no hay otro P.L. Salvador).

De naturaleza y posición autodidacta, lleva cincuenta años estudiando por su cuenta y confiesa que, incluso habiendo aprendido muchas cosas, sigue sabiendo poco.

Ha publicado Donde la brisa te habla, El séptimo sentido, Nadando contracorriente, Egregios (Premio I Certamen Literario Imprimátur) y De lobos (divergentes). Con el relato ¿No es un día seductor? ganó el Concurso de Relato Breve Ciudad de Arnedo 2010.

Es el guitarrista del grupo musical Prolýmbux, con el cual ha grabado tres álbumes. En la actualidad se gana la vida creando joyas, reparándolas, pero en el pasado trabajó de casi todo.

Su musa se llama Marleen.

24 comentarios:

  1. Perdonadme la expresión pero escribís unas reseñas de la hostia, jajaja. Siempre me convencéis, o yo soy muy facilona o vosotras sois muy buenas. xD
    A ver, confieso que las últimas distopías que he leído me han dejado un regusto bastante desagradable, me han dejado muy a medias. Así que como imaginaréis me encanta esta propuesta, con ese estilo tan directo y particular, y esa brevedad (la última era morralla pura y dura, os lo juro).
    Me la llevo con muchas ganas.
    Besos.

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  2. No he leído nada de este hombre, pero la verdad es que me habéis dejado con el gusanillo de leer alguno de sus libros. Creo que quizá sea buena opción empezar por este. No soy mucho de este género, pero de vez en cuando me gusta cambiar. Quizá le dé una oportunidad.
    Un abrazo.

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  3. Bueno... ¿qué puedo decir? Ya sabéis que me encantó... y coincido con muchas de vuestras impresiones... ¿para qué escribir 500 páginas cuando lo que quieres transmitir lo puedes hacer en 100? Y su estilo... ese estilo narrativo tan personal que lo diferencia de tantos otros...

    Un autor que no me canso de recomendar. Un libro que, aunque no te guste el género, se disfruta igualmente... ;)

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  4. A ver. El género me resulta complicado y no me apaño muy bien aunque debo decir que siempre que he leído alguna novela de estas me ha sorprendido la profundidad que tienen, y cómo son capaces de transmitir un mensaje importante y que da que pensar. Lo hacen sin que te des cuenta.
    Lo malo de las distopías para mí, es que a pesar de que funcionan como despertador para el lector, también a veces le cierran la puerta a la esperanza y eso lo llevo regular tirando a mal.
    Me gusta mucho cómo contais las novelas sin destriparlas pero dando mucha información al mismo tiempo para que nos hagamos una clara idea de qué libro es.
    Besos

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  5. No se muy bien si me gusta o no esta novela, en serio. El género no me va mucho, pero la trama me parece como mínimo intrigante y ¿sorpresivo? no se no se, yo soy muy susceptible a lo que leo y luego me obsesiono, jajajajaja, puede que no tanto pero chica, me lo tomo muy en serio.
    Lo que es innegable es que contado por vosotras, dan unas ganas de leerla...

    Un besito cielo.

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  6. Pues sin haber oído hablar antes de este libro me lo llevo apuntado, porque me has convencido totalmente. Si lo veo no lo dejaré pasar. ¡Besos!

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  7. Hola guapas... la verdad es que es difícil resistirse a una reseña vuestra... y me gustan las distopias y me gusta que sea corto y no meta paja... peeeero... sí, hay un pero, no sé no consigue engancharme... tendré que madurarlo, jeje..
    Un besazo

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  8. No conocía al autor que yo recuerde pero la novela es de las mías, adoro la temática así que...me has convencido!
    Un beso!

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  9. Uff me cuestan mucho las distopías. Será que como tengo poca fe en el ser humano me imagino un futuro negro, negrísimo. No es el estilo de libro que me apetece en estos momentos, así que, a pesar de vuestra estupenda reseña, lo dejo pasar. Besines

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  10. Toma ya! Vaya reseñón que te has marcado MH, queda un poco feo decirlo...pero Salvador tiene que estar con la baba colgando jajaja

    Yo lo tengo gracias a la bonita de Ana Belén, así que pronto conoceré esta historia que promete. Salvador efectivamente es un autor muy diferente, tiene mucho estilo propio, es muy original...así que no decepciona.

    Besitos

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    1. Sí. Babeando. Aunque, la verdad, lo que pretendo al escribir es comunicar, solo eso, y esta reseña, por ejemplo, también comunica mucho.

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  11. No he leído nada del autor, pero por tu reseña creo que no me importaría...
    Besos

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  12. La verdad es que casi casi me convencéis... El género distópico no es muy habitual entre mis lecturas, aunque de vez en cuando algo cae, pero ahora mismo no es lo que más me apetece leer.
    Besos.

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  13. Como siempre una estupenda reseña. Chicas ya ni sé cómo decirlo, sois un peligro. Me la llevo. Besinos.

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  14. ¿Os he dicho alguna vez que sois de mis blogs favoritos? Siempre encuentro buenas recomendaciones...

    Besotes bonitas

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  15. Que no, que no soy de distopías. Que pensaba que no me ibais a convencer. Pero nada. Que os leo y es imposible salir sin apuntarse la novela.
    Besotes!!!

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  16. A ver, que a mí no me va este género y vengo y leo la reseña y...¿me lo apunto? Váis a acabar conmigo y con mis ahorros.
    Un beso

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  17. Vaya, pues aunque soy muy particular para este género y son pocos los libros que me llaman, lo habéis vendido tan bien que ya me dejaste con la curiosidad. Lo tendré en cuenta.

    Un beso ;)

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  18. Yo vengo de tarde en tarde pero siempre me llevo el saco lleno. Bueno, reseñón, maja. La verdad es que este no es un género en el que yo me sienta muy a gusto; más bien lo evito. Y aún así me has dejado muy intrigada por la historia. Eres una brujita.
    Besos

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  19. Ay, esta vez, y a pesar de que os cascáis unas reseñas de la pera limonera, no me animo. No me atrae el argumento, porque me cuesta muchísimo entrar.
    Besotes

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  20. En principio lo voy a descartar porque este género literario apenas lo toco, pero que sepáis que si fuera por vuestra reseña habría salido corriendo a por él a la librería. Besos

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  21. Me ha gustado mucho vuestra reseña, y eso que el género se aleja mucho de mis preferencias, y he leído poco o casi nada . Pero tras esta reseña... tendré que pensarlo!!
    Besos

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  22. Pese a tu magnífica reseña, hay algo en la novela que no termina de convencer: no me veo leyéndola. Besos.

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